CANDIDATO X
Una de las incógnitas del escenario postelectoral ha
quedado resuelta hace unos días con el anuncio de FAC y PP de que votarán a un
mismo candidato en la elección de Presidente del Principado de Asturias. Se
despeja así la duda que planeaba sobre los dos partidos de la derecha, que han
cultivado con ardor en los últimos meses la confrontación más descarnada,
destilando rencores y blandiendo reproches, pero que ahora están dispuestos a
intentar impedir que el PSOE recupere la Presidencia del ejecutivo autonómico. No
obstante, es una aclaración a medias, porque no indican cuál de los dos
potenciales candidatos –a priori, salvo que se guarden alguna sorpresa- será el
que sume los votos de ambas fuerzas para encabezar el Gobierno, igual que por
el momento tampoco han planteado ninguna alternativa para la más cercanaelección de Presidente de la Junta General. De debatir el programa mínimo común
ya se ocuparán posteriormente, sin esbozar hasta ahora nada que no sea la mera
aversión al retorno del PSOE e IU al ejecutivo.
La situación política de Asturias está ofreciendo
muestras repetidas de surrealismo que acaban por hacer normal a ojos de la
opinión pública pactos de esta ralea. Posiblemente esto sucede porque nada
consistente se espera de FAC y PP a estas alturas, excepto confusión y
barahúnda, así que pocas cosas sorprenden ya. Incluso muchos de sus votantes lo
asumen como inevitable y son plenamente conscientes de las limitaciones
esenciales para el entendimiento de los dirigentes de ambas fuerzas políticas,
que éstos se encargan de recordar con sus gestos cotidianos. Sin embargo, la
práctica nos demuestra que, contra toda conclusión racional y huyendo hacia delante,
se pueden suscribir esta clase de componendas, con un punto de farsa y
esperpento, sin objetivos reales de gobierno, sin mirarse a la cara y
saludándose de soslayo en los actos públicos.
A tenor del contenido del acuerdo entre Francisco
Álvarez- Cascos y Mercedes Fernández me inclino a pensar que están aún a distancia
sideral de decidir nada sustancial conjuntamente y apenas se dan entre ellos las
condiciones para dilucidar qué tipo de proyecto político común plantean a los asturianos.
Lo que pretenden, con escaso disimulo, es incrementar la presión sobre UPyD
para apremiar a este partido a definirse y para obstaculizar la formación de
alternativas. La maniobra de FAC y PP, en suma, es puro filibusterismo político
de dos fuerzas que han demostrado repetidamente su manifiesta incapacidad para
ofrecer un gobierno estable y digno de tal nombre. Se trata de un ejemplo más
de las prácticas que desacreditan a los representantes públicos y generan
toneladas de desconfianza entre la ciudadanía, casi resignada a enjuagues de esta
naturaleza. Veremos qué resultados les reporta, pero por lo pronto, lo que nos
revela es el grado de desfachatez que están dispuestos a alcanzar.
Publicado en Oviedo Diario, 21 de abril de 2012.
Etiquetas: 25-M, Asturias, autogobierno, Cascos, cherines, Comunidades Autónomas, crisis, elecciones, FAC, Gobierno de Asturias, PP
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