Blog de artículos publicados en medios de comunicación.

15.4.06

OVIEDO, CONTRA LA GUERRA DE IRAK

La gran mayoría de los espa?oles, según las encuestas realizadas al efecto, estamos en contra del ataque contra Irak. Nuestras instituciones, nuestros gobernantes, entre tanto, adoptan la posición contraria, abriéndose una brecha entre representantes y representados que no tiene fácil explicación y que no es especialmente enriquecedora para nuestro sistema democrático.
Lo peor de todo es la sensación que el Gobierno de Estados Unidos ha generado con su estrategia. Al volcar sus esfuerzos militares y políticos en el ataque a Irak, ha conseguido que gran parte de la ciudadanía vea irremediable, y un hecho a corto plazo, la agresión e invasión al país petrolero. Además, al colocar como único punto en la agenda internacional el conflicto de Irak, otras realidades que deberían centrar la atención del mundo pasan a un segundo plano, comenzando por la corrección de las desigualdades, el desarrollo sostenible, la pacificación de áreas geográficas convulsas, etc. La guerra de Irak, por lo tanto, nuevamente oculta los conflictos olvidados a lo largo y ancho del planeta.
El Gobierno de Estados Unidos pretende llevar a un gran número de países a un conflicto injusto, irracional y cruel. Mientras la abuela ONU y la dividida e inoperante (en política exterior) Unión Europea titubean, la maquinaria bélica norteamericana se pone a punto con los objetivos muy claros. Bajo la justificación de la “guerra contra el terrorismo”, y sin pruebas concluyentes sobre la amenaza que pueda representar Irak, el aparato político militar norteamericano está dispuesto a despreciar el derecho internacional, quebrar las relaciones de confianza con los países aliados, alimentar las tensiones internas de las naciones árabes, desoír el clamor social por la paz expresado en la calles de medio mundo y causar una crisis humanitaria –que de eso también se trata- de grandes dimensiones a?adida al genocidio ya causado al pueblo iraquí por el embargo económico. Todo ello para afianzar una dominación imperial universal que tiene entre sus pilares el control de los recursos petrolíferos, clave en esta nueva etapa del largo conflicto de Oriente Medio.
Pero hay respuestas, y a ellas debemos apelar. Aprovechando la reciente celebración del Día de la Paz (30 de enero), en el que se conmemoran las figuras de pacifistas como Gandhi y Luther King, los ciudadanos podemos y debemos reflexionar sobre las inmensas posibilidades de cambiar el curso de las cosas a través de la movilización social y la resistencia contra este desatino. En este sentido, tenemos que reivindicar que todas las instituciones públicas se pronuncien contra esta guerra, tal y como pretende la moción presentada por la concejala socialista Lucía Álvarez para que el Consejo Municipal de Cooperación y Solidaridad así lo haga, expresando la voluntad de, seguramente, la gran mayoría de los ovetenses. Demostremos en Oviedo al Gobierno de Aznar que no estamos dispuestos a que, en nuestro nombre, se colabore con el crimen que significa, en todo caso, la guerra contra Irak.
Publicado en La Voz de Asturias, febrero de 2003.