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15.4.06

?DÓNDE ESTÁN LAS LLAVES?

Todos los estudios y análisis en materia de juventud de entidades y administraciones públicas lo se?alan con insistencia: el acceso de los jóvenes a la vivienda se ha convertido en un problema de una relevancia casi pareja al acceso al empleo. Y es un hecho palpable; los jóvenes tienen hoy cada vez más dificultades para alquilar o adquirir una vivienda que permita su emancipación. El Instituto de la Juventud de Espa?a (INJUVE) apunta más datos: la edad media de emancipación juvenil en Espa?a es de 29 a?os, y mucho tiene que ver en esto la inaccesibilidad de la vivienda. Otro dato lo corrobora: el 50% de los jóvenes entre 25 y 30 a?os quisiera “abandonar el nido” familiar, pero les faltan recursos económicos.
No olvidemos que, al hablar de vivienda, hablamos de un mercado complejo y de vital importancia económica; pero sobre todo hablamos de un derecho social básico. El artículo 47 de la Constitución Espa?ola nos lo recuerda y además establece un mandato genérico de intervención a los poderes públicos para hacer efectivo ese derecho. Se trata de un derecho particularmente vinculado a las condiciones necesarias para que las personas, particularmente los jóvenes, puedan desarrollar su propio proyecto de vida autónoma.
?Y qué pasa con la vivienda juvenil en Oviedo? Resulta que a las dificultades generales de acceso a la vivienda se unen circunstancias negativas específicas. Por un lado encontramos una realidad especialmente complicada: Oviedo es la séptima ciudad de Espa?a con la vivienda más cara; más de 18.000 viviendas en Oviedo están deshabitadas (más del 21% según SADEI); el precio medio de la vivienda en Oviedo es de 22,3 millones de ptas. Y todo ello a pesar del alto ritmo de crecimiento urbanístico de la ciudad.
Por otro lado, encontramos un Ayuntamiento ineficaz a la hora de dar respuestas a este problema y especialmente carente de sensibilidad cuando hablamos de vivienda juvenil. En materia de vivienda juvenil, al margen del servicio de información y asesoramiento de la Oficina de Vivienda Joven, no se están desarrollando medidas verdaderamente incisivas y que supongan una actuación contundente para dar respuesta a lo que es uno de los principales problemas de los jóvenes en Oviedo, si no el principal.
Desde Juventudes Socialistas de Oviedo (JSO), el pasado 27 de mayo trasladamos al Concejal de Juventud del Ayuntamiento de Oviedo una relación de dieciséis propuestas concretas de actuación. Se trata de iniciativas desarrolladas con notable éxito por otros ayuntamientos en Espa?a, y que buscan ofrecer alternativas reales a este problema. Las propuestas de JSO se fundamentan en la necesaria implicación activa y dinámica del Ayuntamiento en atender el problema de la vivienda joven en general, y en particular sobre el alquiler y la compra vivienda. Sería muy prolijo enumerarlas, por lo que me centraré en algunas. En materia de alquiler, por ejemplo: crear un parque de vivienda pública en alquiler para jóvenes; ayudas a la mejora y rehabilitación de vivienda a cambio de su alquiler para jóvenes en condiciones accesibles; ayudas económicas directas para el alquiler de vivienda por jóvenes; avales y fondos subsidiarios para que el arrendatario joven pueda gozar de la confianza del arrendador en el alquiler de vivienda; poner en marcha una bolsa de vivienda para jóvenes en alquiler; implantar programas de vivienda compartida intergeneracional jóvenes – tercera edad, etc.. En materia de adquisición de vivienda por jóvenes, también hay propuestas de calado: ayudas económicas directas a la compra; apoyo para los gastos de gestión y créditos hipotecarios; programas de autoconstrucción de vivienda por jóvenes, etc.
La puesta en marcha de estas y otras iniciativas supondrían un punto de inflexión en la actitud del Ayuntamiento ante la el problema de la vivienda juvenil. Hasta ahora, ha habido muchas promesas y ningún hecho palpable. Y estamos hablando de una necesidad intensamente sentida por los jóvenes ovetenses. Y, sobre todo, de un derecho social básico.
Publicado en el diario La Nueva Espa?a, junio de 2002.