Una propuesta para El Cristo-Buenavista
El barrio de El Cristo-Buenavista vive en la actualidad bajo incertidumbres que es preciso despejar. Como zona residencial, de servicios y universitaria de Oviedo precisa potenciar esa identidad para poder ofrecer a sus ciudadanos un entorno de calidad de vida que, en la actualidad, sufre un paulatino deterioro.
Por un lado, en lo cotidiano se percibe la agudización de problemas ya detectados: el abandono que padecen algunas calles, sirva la calle Burriana como ejemplo más lamentable de olvido municipal; el gravísimo problema de aparcamientos y tráfico, con Fuertes Acevedo y la Avenida del Cristo soportando una insufrible congestión diaria; problemas medioambientales de ruidos y humos asociados precisamente al tráfico; falta de zonas verdes y un entorno más habitable; carencia de servicios sociales necesarios, como un nuevo centro social, centro de día, escuela infantil, etc.
Por otro lado, es necesario plantear alternativas a las dudas que se ciernen sobre los equipamientos e infraestructuras de futuro de esta zona. En este caso de nada sirve pretender enga?ar a la ciudadanía planteando una injustificable resistencia numantina a la construcción del nuevo e imprescindible Hospital Central en La Cadellada, como ha hecho en su momento el Equipo de Gobierno; o negar el pan y la sal a una Universidad que precisa espacio; o facilitar un desarrollo urbano depredador en Monte Cerrau, que por cierto agravará hasta un grado superlativo el problema de tráfico en la zona ya que se ha dise?ado sin considerar la necesidad de nuevas vías de salida; o echar a perder, por la deficiente planificación, la oportunidad de mejorar la comunicación de toda la zona suroeste de la ciudad a través de un posible circunvalación y conexión con las principales vías que permiten la entrada y salida de Oviedo.
Es la hora, por lo tanto, de hacer propuestas estratégicas para El Cristo-Buenavista, que aporten expectativas de un futuro prometedor a toda esta zona como área de nuevos servicios punteros en la ciudad y en el conjunto de Asturias. Es el momento para dise?ar nuevas perspectivas para El Cristo-Buenavista promoviendo que los propios vecinos puedan ser partícipes del cambio, a través de instrumentos y órganos de participación ciudadana. Y con un Ayuntamiento activo, leal y cooperativo a la hora de establecer la colaboración necesaria con el Principado de Asturias, el Gobierno del Estado y la Universidad de Oviedo en aquellas cuestiones en que estas administraciones puedan estar concernidas.
Sobre esta premisa, cabe apuntar que el futuro de El Cristo-Buenavista pasa en gran medida por un eje de equipamientos principales que dinamicen efectivamente este entorno. El Palacio de Congresos de Buenavista –cuya construcción debe realizarse minimizando los problemas para los vecinos del entorno- tiene que concentrar la actividad que Oviedo acoge en este asunto, evitando posibles duplicidades con el Auditorio; se precisa que se haga realidad y asegure este proyecto, sometido a no pocas incertidumbres que hay que despejar. El amplio terreno que hoy ocupa el cuartel de la Policía Nacional, mediante una permuta razonable con el Ministerio del Interior por otro emplazamiento, tiene que ser puesto a disposición de los ciudadanos, pudiendo constituir un área de esparcimiento y ajardinada de alto valor, e incluso incluyendo la posibilidad de un recinto ferial polivalente que ocupe buena parte de esta zona (una oportunidad, por ejemplo, para recuperar para nuestra ciudad la feria ganadera de La Ascensión, hoy “exiliada” en Llanera). La rehabilitación y cubrición de la Plaza de Toros debe ser prioritaria en la agenda de grandes proyectos municipales; la ciudad contaría con un coliseo de envergadura para grandes actos culturales y sociales –más que para espectáculos taurinos, cuya subvención es por otra parte un verdadero disparate-, y con una realización arquitectónica singular (el concurso de ideas recientemente resuelto ofrece alternativas muy apreciables). El espacio que deje el traslado del Hospital Central puede ser ocupado en parte por nuevos equipamientos sociales dirigidos al conjunto de Asturias que puedan dar forma y visibilidad a la universalización de los servicios sociales que pretenden tanto el Gobierno del Estado como el Principado de Asturias. Como nódulo último de este de equipamientos, el campus universitario puede crecer –en parte en los terrenos del Hospital Central- convirtiéndose en la referencia principal de la Universidad de Oviedo, con un campus de primer orden que ofrezca equipamientos y servicios de máxima calidad para el desarrollo de la máxima institución académica asturiana en la ciudad que la vio nacer hace casi cuatro siglos. Esta red o eje que vertebraría El Cristo-Buenavista requeriría –y al tiempo alentaría- una mejora integral de esta zona, incluyendo así mismo la mejora sustancial de vías y accesos para asegurar la conexión más fluida con Oviedo y el resto de Asturias.
La capitalidad de Oviedo significa un compromiso de la ciudad con Asturias, para prestar servicios y demostrar capacidad de liderazgo en el desarrollo de nuestra Comunidad. Con una mirada de futuro, El Cristo-Buenavista puede convertirse en una zona puntera de servicios no sólo para Oviedo, como ciudad en la que se integra, sino también para el resto de Asturias. Para llevar a cabo esta clase de iniciativas es necesario abandonar la permanente táctica defensiva de la que hace gala el Equipo de Gobierno municipal, planteando un diálogo social e institucional adecuado que permita avanzar en la realización de proyectos fundamentales para este barrio de Oviedo.
Pubicado en La Hora de Asturias, octubre 2004
Por un lado, en lo cotidiano se percibe la agudización de problemas ya detectados: el abandono que padecen algunas calles, sirva la calle Burriana como ejemplo más lamentable de olvido municipal; el gravísimo problema de aparcamientos y tráfico, con Fuertes Acevedo y la Avenida del Cristo soportando una insufrible congestión diaria; problemas medioambientales de ruidos y humos asociados precisamente al tráfico; falta de zonas verdes y un entorno más habitable; carencia de servicios sociales necesarios, como un nuevo centro social, centro de día, escuela infantil, etc.
Por otro lado, es necesario plantear alternativas a las dudas que se ciernen sobre los equipamientos e infraestructuras de futuro de esta zona. En este caso de nada sirve pretender enga?ar a la ciudadanía planteando una injustificable resistencia numantina a la construcción del nuevo e imprescindible Hospital Central en La Cadellada, como ha hecho en su momento el Equipo de Gobierno; o negar el pan y la sal a una Universidad que precisa espacio; o facilitar un desarrollo urbano depredador en Monte Cerrau, que por cierto agravará hasta un grado superlativo el problema de tráfico en la zona ya que se ha dise?ado sin considerar la necesidad de nuevas vías de salida; o echar a perder, por la deficiente planificación, la oportunidad de mejorar la comunicación de toda la zona suroeste de la ciudad a través de un posible circunvalación y conexión con las principales vías que permiten la entrada y salida de Oviedo.
Es la hora, por lo tanto, de hacer propuestas estratégicas para El Cristo-Buenavista, que aporten expectativas de un futuro prometedor a toda esta zona como área de nuevos servicios punteros en la ciudad y en el conjunto de Asturias. Es el momento para dise?ar nuevas perspectivas para El Cristo-Buenavista promoviendo que los propios vecinos puedan ser partícipes del cambio, a través de instrumentos y órganos de participación ciudadana. Y con un Ayuntamiento activo, leal y cooperativo a la hora de establecer la colaboración necesaria con el Principado de Asturias, el Gobierno del Estado y la Universidad de Oviedo en aquellas cuestiones en que estas administraciones puedan estar concernidas.
Sobre esta premisa, cabe apuntar que el futuro de El Cristo-Buenavista pasa en gran medida por un eje de equipamientos principales que dinamicen efectivamente este entorno. El Palacio de Congresos de Buenavista –cuya construcción debe realizarse minimizando los problemas para los vecinos del entorno- tiene que concentrar la actividad que Oviedo acoge en este asunto, evitando posibles duplicidades con el Auditorio; se precisa que se haga realidad y asegure este proyecto, sometido a no pocas incertidumbres que hay que despejar. El amplio terreno que hoy ocupa el cuartel de la Policía Nacional, mediante una permuta razonable con el Ministerio del Interior por otro emplazamiento, tiene que ser puesto a disposición de los ciudadanos, pudiendo constituir un área de esparcimiento y ajardinada de alto valor, e incluso incluyendo la posibilidad de un recinto ferial polivalente que ocupe buena parte de esta zona (una oportunidad, por ejemplo, para recuperar para nuestra ciudad la feria ganadera de La Ascensión, hoy “exiliada” en Llanera). La rehabilitación y cubrición de la Plaza de Toros debe ser prioritaria en la agenda de grandes proyectos municipales; la ciudad contaría con un coliseo de envergadura para grandes actos culturales y sociales –más que para espectáculos taurinos, cuya subvención es por otra parte un verdadero disparate-, y con una realización arquitectónica singular (el concurso de ideas recientemente resuelto ofrece alternativas muy apreciables). El espacio que deje el traslado del Hospital Central puede ser ocupado en parte por nuevos equipamientos sociales dirigidos al conjunto de Asturias que puedan dar forma y visibilidad a la universalización de los servicios sociales que pretenden tanto el Gobierno del Estado como el Principado de Asturias. Como nódulo último de este de equipamientos, el campus universitario puede crecer –en parte en los terrenos del Hospital Central- convirtiéndose en la referencia principal de la Universidad de Oviedo, con un campus de primer orden que ofrezca equipamientos y servicios de máxima calidad para el desarrollo de la máxima institución académica asturiana en la ciudad que la vio nacer hace casi cuatro siglos. Esta red o eje que vertebraría El Cristo-Buenavista requeriría –y al tiempo alentaría- una mejora integral de esta zona, incluyendo así mismo la mejora sustancial de vías y accesos para asegurar la conexión más fluida con Oviedo y el resto de Asturias.
La capitalidad de Oviedo significa un compromiso de la ciudad con Asturias, para prestar servicios y demostrar capacidad de liderazgo en el desarrollo de nuestra Comunidad. Con una mirada de futuro, El Cristo-Buenavista puede convertirse en una zona puntera de servicios no sólo para Oviedo, como ciudad en la que se integra, sino también para el resto de Asturias. Para llevar a cabo esta clase de iniciativas es necesario abandonar la permanente táctica defensiva de la que hace gala el Equipo de Gobierno municipal, planteando un diálogo social e institucional adecuado que permita avanzar en la realización de proyectos fundamentales para este barrio de Oviedo.
Pubicado en La Hora de Asturias, octubre 2004
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