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9.3.06

?Qué intereses defiende el PP en el debate sobre las Directrices de Equipamiento Comercial?

El Gobierno del Principado de Asturias aprobó el pasado 15 de diciembre las Directrices Sectoriales de Equipamiento Comercial. Se trata de un instrumento normativo previsto en la Ley 10/2002 de Comercio Interior, que tiene por objeto regular y orientar la incidencia territorial de la actividad comercial. Indudablemente, el equipamiento comercial tiene mucho que ver con la planificación y ordenación del territorio. Especialmente cuando se trata de grandes superficies comerciales, las implicaciones urbanísticas y territoriales saltan a la vista, y trascienden a la realidad estrictamente local. Las Directrices Sectoriales pretenden también incidir en el sector comercial, buscando un equilibrio entre los grandes establecimientos comerciales y la supervivencia, modernización y desarrollo del peque?o comercio de proximidad.
De las Directrices Sectoriales se ha destacado principalmente su carácter restrictivo para la implantación de grandes establecimientos comerciales. Lo cierto es que no se establecen prohibiciones absolutas de ninguna clase, pero sí se pretende racionalizar el desarrollo y la implantación de estos grandes establecimientos. En el caso de nuestro municipio, por ejemplo, podría instalarse una gran superficie especializada de hasta 4.000 m2 dedicada exclusivamente a la venta de vehículos, maquinaria, materiales para la construcción, artículos de ferretería, bricolaje o jardinería. Pueden también instalarse establecimientos de hasta 2.500 m2, incluso aunque estén integrados en las llamadas cadenas sucursalistas, en el caso de que estas cadenas no cuenten ya en el conjunto de Asturias con más de 10.000 m2 de superficie útil de exposición y venta al público o con más de 25 establecimientos. En equipamientos singulares en la trama urbana, también podrá dedicarse hasta el 33% de la superficie edificada a uso comercial, siempre que la oferta comercial se ajuste a la funcionalidad de ese equipamiento, y se podrán instalar establecimientos comerciales de hasta 2.500 m2, con ciertas limitaciones; nada que ver, por fortuna, con el proyecto de gran superficie vinculada al futuro Palacio de Congresos que el PP y la empresa concesionaria planeaban junto a la multinacional holandesa Amstelland Multi Development Coporation (AM), según venían recogiendo en las últimas semanas los medios de comunicación. En zonas de expansión urbana (caso de La Manjoya) podrá instalarse una gran superficie especializada de hasta 8.000 m2, o bien, como alternativa, una de carácter general de hasta 4.000 m2.
Esta clase de limitaciones tienen su justificación. Las Directrices Sectoriales no se han elaborado a capricho, sino con el concurso y el acuerdo de los sectores implicados (FADE, sindicatos, asociaciones de comerciantes, asociaciones de consumidores y la mayoría de ayuntamientos), y sobre la base de un análisis detenido de la situación del sector comercial en Asturias. Algunos datos de la memoria explicativa de las Directrices Sectoriales son ilustrativos. La ratio de superficie de exposición y venta al público tanto para supermercados como para hipermercados es muy superior en Asturias a la media espa?ola, un 59% y un 25% más, respectivamente. En cuanto a los supermercados, cabe destacar que mientras Asturias tiene el 2,6% de la población espa?ola, tiene el 6,1% de la superficie de supermercados en Espa?a. En el caso de Asturias nos encontramos además ante un fenómeno de concentración empresarial en el comercio minorista muy destacable: 5 empresas (Grupo Carrefour, Grupo Alimerka, Grupo Árbol, Grupo El Corte Inglés, Grupo Eroski) concentran el 61,82% de la superficie comercial de alimentación en el Principado de Asturias. Es de destacar, además, que en los últimos 3 a?os se ha puesto en funcionamiento el 27,6% de la superficie comercial actual del Principado de Asturias, de una forma seguramente un tanto desordenada y descontrolada, situación que las Directrices Sectoriales pretenden encauzar.
En el caso del municipio de Oviedo y su zona comercial de influencia, son especialmente llamativos los datos que revelan la especial concentración de superficie comercial. Tenemos una ratio de implantación de supermercados un 26% superior a la de Asturias y un 23% superior a la de Gijón. Y, merced principalmente al enorme desarrollo reciente de las cadenas sucursalistas, una ratio de implantación de grandes establecimientos un 58% superior a Avilés y un 14% superior a Gijón.
Estos datos de la memoria de las Directrices Sectoriales desmontan todos y cada uno de los argumentos que en este debate ha empleado el PP. El Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Oviedo parece ser el único que desconoce el impacto de los grandes establecimientos comerciales en el sector, y sus repercusiones desde el punto de vista territorial y urbanístico. Pero la realidad es tozuda, preocupante y contradice las improvisadas conjeturas y las consignas escuchadas estos días al PP: a comienzos de este mes de diciembre de 2005, un 5% de los peque?os comercios de nuestra ciudad –más de 60- había cerrado durante el a?o que ahora acaba. A pesar de esta situación, Gabino de Lorenzo y los suyos se empe?an en una defensa numantina del laissez faire, alineándose exclusivamente en este debate junto a la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED). Cabe pensar que el único objetivo del PP en este debate ha sido tratar de asegurar la posible instalación de grandes superficies comerciales en los futuros edificios de Buenavista y Jovellanos-II, en el marco de la llamada operación de los palacios. Aprovechando el trámite de recursos de reposición al Plan General de Ordenación Urbana, el PP coló de tapadillo, sin periodo de información pública, la autorización de 28.000 m2 de superficie comercial en la parcela del Vasco y 51.000 m2 en el conjunto del Palacio de Congresos. Por supuesto, esta decisión se tomó además sin ninguna clase de análisis o estudio sobre el impacto en el sector comercial del casco urbano. En el caso de la parcela de Buenavista, si se instalase una gran superficie que copase esos 51.000 m2 nos encontraríamos en el corazón de la ciudad con la tercera en dimensión de toda Asturias, tras Parque Principado (91.782 m2) y Parque Astur (78.000 m2). Felizmente, como antes se analizó, parece que las Directrices Sectoriales evitarán este desatino.
En Oviedo son más de 6.500 los empresarios individuales o sociales matriculados en el Impuesto de Actividades Económicas en los epígrafes relacionados con el comercio. Muchas de estas licencias corresponden a autónomos que regentan peque?os establecimientos y que luchan denodadamente por afrontar un entorno muy competitivo y complicado. En torno a 14.000 personas trabajan en nuestro municipio en el comercio minorista, representando este sector el que más empleo genera en Oviedo en el ámbito privado. Muchas de estas personas trabajan en el peque?o comercio y padecen igualmente las incertidumbres que amenazan cotidianamente a este sector. Al PP este colectivo parece importarle muy poco. Lo primero para el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento es salvaguardar la viabilidad de operaciones urbanísticas muy discutibles, aunque con ello se ponga en riesgo el futuro del comercio tradicional de proximidad.
La evolución del sector comercial, a la luz de los datos expuestos, se caracteriza por la concentración empresarial, el crecimiento de los grandes establecimientos y la crisis del peque?o comercio. Los poderes públicos tienen plena legitimidad para actuar sobre esta situación y corregir los riesgos que encierra, y así lo vienen haciendo. Asturias se suma con las Directrices Sectoriales a otras Comunidades Autónomas que en los últimos a?os han aprobado instrumentos similares (Aragón, Castilla y León, y Catalu?a, en los tres casos en 2001) o los han previsto en su normativa de comercio interior (Baleares, Extremadura y Navarra). Las Directrices Sectoriales plantean una intervención comedida para modular prudentemente el desarrollo del equipamiento comercial en Asturias, con el objetivo de modernizar un tejido comercial con afán de permanencia, sin caer en la estrategia del pan para hoy y hambre para ma?ana tan característica de nuestro Alcalde.
Publicado en el diario La Nueva Espa?a, enero 2006