UNA CALLE PARA BONIFACIO MARTÍN
Posiblemente a muchos lectores no les suene el nombre de Bonifacio Martín; por desgracia, en ocasiones el azar histórico borra de nuestra memoria colectiva acontecimientos y personajes que merecerían ser recordados y homenajeados. Este es el caso de Bonifacio Martín.
Este ovetense de adopción trabajó desde muy joven en nuestra ciudad como encuadernador e impresor. Desde 1899 desempe?ó sucesivas responsabilidades políticas en la Unión General de Trabajadores (UGT) y posteriormente en la Federación Socialista Asturiana (FSA). En el mes de abril de 1904, junto a un grupo de jóvenes trabajadores residentes en el municipio de Oviedo –entre los que destacaba Teodomiro Menéndez, posteriormente Diputado-, participó en la constitución de la agrupación de las Juventudes Socialistas de Oviedo (JSO), primera de toda Asturias y una de las pioneras en el conjunto de Espa?a.
Bonifacio Martín fue, además, Concejal del Ayuntamiento de Oviedo durante 31 a?os (1903-1934), dedicando sus esfuerzos a la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores. El 17 de abril de 1931 fue elegido Primer Teniente de Alcalde, siendo Alcalde el republicano aza?ista Laredo Vega, y llegando a ejercer en ocasiones como primer edil en sustitución de este. Fue partícipe de los acontecimientos revolucionarios de octubre de 1934, siendo hecho prisionero en Posada de Llanera y fusilado por orden del general López Ochoa en la madrugada del 11 de octubre.
El 10 de abril de 1936 el Ayuntamiento de Oviedo, siendo Alcalde López Mulero, rinde homenaje a su memoria, otorgando su nombre a una calle de la ciudad; distinción que le fue retirada el 11 de febrero de 1937, iniciada ya la guerra civil, por los avatares políticos de la contienda.
Desde entonces, el recuerdo de Bonifacio Martín ha quedado diluido, de forma injusta e incomprensible. Un hombre que entregó la mayor parte de su vida a la defensa de los humildes, al servicio público, y a la consecución de un Oviedo justo e igualitario, merece un reconocimiento de los ovetenses. Por eso desde el Grupo Socialista hemos propuesto que se otorgue su nombre a una nueva calle, plaza o avenida, como modestísimo tributo a un luchador infatigable. En el a?o en que se cumple el centenario de JSO, además, esta peque?a distinción sería una forma de honrar, con sencillez, a todos aquellos jóvenes que durante este siglo de la organización juvenil socialista han entregado los mejores días de su vida a la conquista de un ideal de fraternidad y solidaridad.
Este ovetense de adopción trabajó desde muy joven en nuestra ciudad como encuadernador e impresor. Desde 1899 desempe?ó sucesivas responsabilidades políticas en la Unión General de Trabajadores (UGT) y posteriormente en la Federación Socialista Asturiana (FSA). En el mes de abril de 1904, junto a un grupo de jóvenes trabajadores residentes en el municipio de Oviedo –entre los que destacaba Teodomiro Menéndez, posteriormente Diputado-, participó en la constitución de la agrupación de las Juventudes Socialistas de Oviedo (JSO), primera de toda Asturias y una de las pioneras en el conjunto de Espa?a.
Bonifacio Martín fue, además, Concejal del Ayuntamiento de Oviedo durante 31 a?os (1903-1934), dedicando sus esfuerzos a la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores. El 17 de abril de 1931 fue elegido Primer Teniente de Alcalde, siendo Alcalde el republicano aza?ista Laredo Vega, y llegando a ejercer en ocasiones como primer edil en sustitución de este. Fue partícipe de los acontecimientos revolucionarios de octubre de 1934, siendo hecho prisionero en Posada de Llanera y fusilado por orden del general López Ochoa en la madrugada del 11 de octubre.
El 10 de abril de 1936 el Ayuntamiento de Oviedo, siendo Alcalde López Mulero, rinde homenaje a su memoria, otorgando su nombre a una calle de la ciudad; distinción que le fue retirada el 11 de febrero de 1937, iniciada ya la guerra civil, por los avatares políticos de la contienda.
Desde entonces, el recuerdo de Bonifacio Martín ha quedado diluido, de forma injusta e incomprensible. Un hombre que entregó la mayor parte de su vida a la defensa de los humildes, al servicio público, y a la consecución de un Oviedo justo e igualitario, merece un reconocimiento de los ovetenses. Por eso desde el Grupo Socialista hemos propuesto que se otorgue su nombre a una nueva calle, plaza o avenida, como modestísimo tributo a un luchador infatigable. En el a?o en que se cumple el centenario de JSO, además, esta peque?a distinción sería una forma de honrar, con sencillez, a todos aquellos jóvenes que durante este siglo de la organización juvenil socialista han entregado los mejores días de su vida a la conquista de un ideal de fraternidad y solidaridad.
Publicado en el diario La Nueva Espa?a, febrero 2004
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