ÁRBOLES Y LOCOS
Recurriendo a la manida cita, son tiempos difíciles estos en los que hay que luchar por lo evidente. Más aún, algo no funciona bien cuando esa pelea por lo obvio convierte a sus artífices en lunáticos, a ojos de algunos.
Un ejemplo lo tenemos en la Resistencia del Bosque Urbano de Buenavista, en Oviedo. Un grupo de vecinos llevan varios días enfrascados en un mano a mano con la empresa Jovellanos XXI y su apéndice político, Gabino de Lorenzo, para salvar el centenar largo de árboles del entorno del antiguo estadio Carlos Tartiere. Ya han sido derribados más de una veintena, y el resto son carne de piqueta si no lo remedia la presión ciudadana.
En similar situación se encuentran los vecinos del Edificio Panorama, en la Plaza de la Cruz Roja. La misma empresa, Terminator XXI (?ya está bien de apropiarse del nombre del ilustrado asturiano!), para facilitar la entrada al futuro Palacio de las Artes, ha ocupado los jardines anexos al edificio, de más de 3.000 m2, a pesar de que estos terrenos fueron cedidos en su tiempo por la comunidad de propietarios al Ayuntamiento a condición de que fueran destinados a espacio ajardinado. También ha habido árboles caídos y significativas protestas.
Estas dos actuaciones, junto con la amputación de los Jardines de La Lila, o la corta de árboles en Plaza de Espa?a, nos hablan del respeto que demuestran las autoridades locales hacia elementos del entorno urbano, como los espacios ajardinados y los árboles. Hablamos no sólo de elementos decorativos, sino de patrimonio natural del saturado casco urbano, y también, de patrimonio sentimental de muchos ovetenses.
Será de locos gritar en defensa de unos árboles, pero más lo es ahogarse en el cemento tan querido para este alcalde o ingeniero o qué se yo...
Un ejemplo lo tenemos en la Resistencia del Bosque Urbano de Buenavista, en Oviedo. Un grupo de vecinos llevan varios días enfrascados en un mano a mano con la empresa Jovellanos XXI y su apéndice político, Gabino de Lorenzo, para salvar el centenar largo de árboles del entorno del antiguo estadio Carlos Tartiere. Ya han sido derribados más de una veintena, y el resto son carne de piqueta si no lo remedia la presión ciudadana.
En similar situación se encuentran los vecinos del Edificio Panorama, en la Plaza de la Cruz Roja. La misma empresa, Terminator XXI (?ya está bien de apropiarse del nombre del ilustrado asturiano!), para facilitar la entrada al futuro Palacio de las Artes, ha ocupado los jardines anexos al edificio, de más de 3.000 m2, a pesar de que estos terrenos fueron cedidos en su tiempo por la comunidad de propietarios al Ayuntamiento a condición de que fueran destinados a espacio ajardinado. También ha habido árboles caídos y significativas protestas.
Estas dos actuaciones, junto con la amputación de los Jardines de La Lila, o la corta de árboles en Plaza de Espa?a, nos hablan del respeto que demuestran las autoridades locales hacia elementos del entorno urbano, como los espacios ajardinados y los árboles. Hablamos no sólo de elementos decorativos, sino de patrimonio natural del saturado casco urbano, y también, de patrimonio sentimental de muchos ovetenses.
Será de locos gritar en defensa de unos árboles, pero más lo es ahogarse en el cemento tan querido para este alcalde o ingeniero o qué se yo...
Versión en castellano. Publicado en Les Noticies el 14 de febrero de 2003
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