EL PROGRAMA DE REDUCCIÓN DE DA?OS ZONA CLAVE
He seguido estos días con sumo interés a través de LA NUEVA ESPA?A la polémica suscitada en Avilés y Gijón en relación con el desarrollo del programa de reducción de da?os en el consumo de drogas Zona Clave.
El programa Zona Clave se enmarca en una estrategia dirigida a reducir riesgos y da?os en los hábitos de consumo de drogas, perfectamente complementaria con los programas destinados a prevenir el consumo de drogas, que sigue siendo el objetivo prioritario a todos los niveles. Este planteamiento se recoge en la Estrategia Nacional sobre Drogas 2000-2008, aprobada por el Gobierno central del PP, y revisada y mejorada por el actual Gobierno socialista. También se refleja en el Plan Regional de Drogas del Principado de Asturias y en los diferentes planes municipales que vienen aplicándose en un buen número de concejos asturianos.
En programas de reducción de riesgos como Zona Clave se parte de una realidad incuestionable: el consumo de drogas existe (y no sólo entre los jóvenes, claro está), y si el consumidor ha elegido esa opción, debe conocer no sólo las consecuencias sobre sí mismo, sino también la forma de minimizar los da?os que se la sustancia consumida pueda provocar. Para ello es preciso transmitir información sobre cada sustancia y generar actitudes entre los consumidores que les ayuden a controlar, en la medida de lo posible, sus propias decisiones y las repercusiones de estas. Esto no significa renunciar, ni mucho menos, a prevenir el consumo; pero sí completa una estrategia de intervención ante el fenómeno de las drogas desde una perspectiva netamente realista: mejor si cualquier persona es capaz de rechazar el consumo de drogas, pero si consume cualquier droga (también el alcohol) es conveniente que tenga conocimientos y actitudes apropiadas para que los riesgos que asuma sean los menores posibles.
Es cierto que en programas como Zona Clave es imprescindible hilar muy fino en los mensajes que se trasladan, aunque el lenguaje empleado deba ser perfectamente inteligible por el destinatario. También es preciso tener muy claro el público al que se dirige cualquier actividad, adecuando cada intervención en función del colectivo sobre el que se pretende influir. Todo perfeccionamiento y evolución de esta clase de programas que vaya por esta senda será positiva. No obstante, cualquier crítica debe ser proporcionada y razonable, partiendo de la merecida confianza que deben generarnos los profesionales y colectivos que dise?an, coordinan y llevan a la práctica esta clase de programas. Su trabajo no se basa en meras conjeturas, sino que viene avalado por un continuo estudio de la realidad y un seguimiento estrecho de las actividades desarrolladas. Precisamente el programa Zona Clave acaba de ser sometido, con conclusiones positivas, a una evaluación externa a cargo del Grupo Igia, que es una ONG de ámbito estatal integrada por profesionales del campo de las drogodependencias que provienen de diversas disciplinas (Psicología, Medicina, Derecho, Antropología, etc.) y que llevan 23 a?os de experiencia analizando el fenómeno de las drogodependencia y las actuaciones públicas al respecto.
Sorprende en este asunto el paupérrimo nivel político que ha demostrado el Partido Popular, empleando la más tosca demagogia y una infinita hipocresía social. Llama especialmente la atención que tanto Alicia Castro como Pilar Fernández Pardo pretendan trasladar este tema al Congreso y al Senado, respectivamente. Seguramente no se han tomado la molestia de informarse, siquiera brevemente, sobre el programa Zona Clave, y se han dedicado a pontificar y lanzar condenas inquisitoriales. Una actitud muy propia de quien sólo es capaz de utilizar la simplificación y el eslogan en todo debate público, también en este.
Alicia Castro y Pilar Fernández Pardo quizá ignoren que el programa Zona Clave también se lleva a cabo en Oviedo, también con buenos resultados. La Comisión de Seguimiento del Plan Municipal de Drogas del Ayuntamiento de Oviedo ha avalado reiteradamente esta clase de iniciativas, con el apoyo del Grupo Socialista, que forma parte de dicha Comisión. La diferencia entre la situación vivida en Gijón y Avilés y la unanimidad que Zona Clave genera en Oviedo, quizás estribe en la actitud constructiva, serena y reflexiva que pretendemos demostrar unos frente a la diatriba permanente, la estridencia y la ignorancia que parecen exhibir otros.
Publicado en La Nueva Espa?a el 10 de marzo de 2006.
El programa Zona Clave se enmarca en una estrategia dirigida a reducir riesgos y da?os en los hábitos de consumo de drogas, perfectamente complementaria con los programas destinados a prevenir el consumo de drogas, que sigue siendo el objetivo prioritario a todos los niveles. Este planteamiento se recoge en la Estrategia Nacional sobre Drogas 2000-2008, aprobada por el Gobierno central del PP, y revisada y mejorada por el actual Gobierno socialista. También se refleja en el Plan Regional de Drogas del Principado de Asturias y en los diferentes planes municipales que vienen aplicándose en un buen número de concejos asturianos.
En programas de reducción de riesgos como Zona Clave se parte de una realidad incuestionable: el consumo de drogas existe (y no sólo entre los jóvenes, claro está), y si el consumidor ha elegido esa opción, debe conocer no sólo las consecuencias sobre sí mismo, sino también la forma de minimizar los da?os que se la sustancia consumida pueda provocar. Para ello es preciso transmitir información sobre cada sustancia y generar actitudes entre los consumidores que les ayuden a controlar, en la medida de lo posible, sus propias decisiones y las repercusiones de estas. Esto no significa renunciar, ni mucho menos, a prevenir el consumo; pero sí completa una estrategia de intervención ante el fenómeno de las drogas desde una perspectiva netamente realista: mejor si cualquier persona es capaz de rechazar el consumo de drogas, pero si consume cualquier droga (también el alcohol) es conveniente que tenga conocimientos y actitudes apropiadas para que los riesgos que asuma sean los menores posibles.
Es cierto que en programas como Zona Clave es imprescindible hilar muy fino en los mensajes que se trasladan, aunque el lenguaje empleado deba ser perfectamente inteligible por el destinatario. También es preciso tener muy claro el público al que se dirige cualquier actividad, adecuando cada intervención en función del colectivo sobre el que se pretende influir. Todo perfeccionamiento y evolución de esta clase de programas que vaya por esta senda será positiva. No obstante, cualquier crítica debe ser proporcionada y razonable, partiendo de la merecida confianza que deben generarnos los profesionales y colectivos que dise?an, coordinan y llevan a la práctica esta clase de programas. Su trabajo no se basa en meras conjeturas, sino que viene avalado por un continuo estudio de la realidad y un seguimiento estrecho de las actividades desarrolladas. Precisamente el programa Zona Clave acaba de ser sometido, con conclusiones positivas, a una evaluación externa a cargo del Grupo Igia, que es una ONG de ámbito estatal integrada por profesionales del campo de las drogodependencias que provienen de diversas disciplinas (Psicología, Medicina, Derecho, Antropología, etc.) y que llevan 23 a?os de experiencia analizando el fenómeno de las drogodependencia y las actuaciones públicas al respecto.
Sorprende en este asunto el paupérrimo nivel político que ha demostrado el Partido Popular, empleando la más tosca demagogia y una infinita hipocresía social. Llama especialmente la atención que tanto Alicia Castro como Pilar Fernández Pardo pretendan trasladar este tema al Congreso y al Senado, respectivamente. Seguramente no se han tomado la molestia de informarse, siquiera brevemente, sobre el programa Zona Clave, y se han dedicado a pontificar y lanzar condenas inquisitoriales. Una actitud muy propia de quien sólo es capaz de utilizar la simplificación y el eslogan en todo debate público, también en este.
Alicia Castro y Pilar Fernández Pardo quizá ignoren que el programa Zona Clave también se lleva a cabo en Oviedo, también con buenos resultados. La Comisión de Seguimiento del Plan Municipal de Drogas del Ayuntamiento de Oviedo ha avalado reiteradamente esta clase de iniciativas, con el apoyo del Grupo Socialista, que forma parte de dicha Comisión. La diferencia entre la situación vivida en Gijón y Avilés y la unanimidad que Zona Clave genera en Oviedo, quizás estribe en la actitud constructiva, serena y reflexiva que pretendemos demostrar unos frente a la diatriba permanente, la estridencia y la ignorancia que parecen exhibir otros.
Publicado en La Nueva Espa?a el 10 de marzo de 2006.
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