?QUIÉN MANDA EN OVIEDO?
La respuesta a esta pregunta sencilla parece fácil: manda Gabino de Lorenzo, que para eso es el Alcalde, desde 1991, y en la actualidad además con mayoría absoluta, absolutista y absolutísima.
Sin embargo resulta que en nuestra ciudad sucede lo siguiente. Una empresa, creada al efecto, y que usurpa el nombre de un ilustrado asturiano, dice que tiene un proyecto del copón dise?ado por Calatrava, para un Palacio de Congresos y un Palacio de las Artes. Inmediatamente al Ayuntamiento se le desata la terrible necesidad de contar con ambas infraestructuras. La empresa dice que lo puede hacer ya. Acto seguido, el Ayuntamiento convoca un concurso para ambas obras, con unas características tan claras que sólo se presenta esa empresa, que, claro está, se sale con la suya.
Empiezan las obras. La empresa arrasa unos jardines cedidos por una comunidad de vecinos a condición de su preservación como zona verde. El Ayuntamiento calla. La empresa se carga decenas de árboles en el entorno de las obras y amenaza ejemplares centenarios. El Ayuntamiento consiente. Las obras distorsionan severamente a la comunidad escolar de un colegio cercano. El Ayuntamiento sigue la estrategia del avestruz. Aparecen grietas en inmuebles cercanos a las obras y un barrio entero sufre temblores por la obra. El Ayuntamiento dice que no pasa nada. Un responsable de la empresa habla en lugar de las instituciones, dice y hace en nombre del Ayuntamiento, sin legitimidad para ello. El Ayuntamiento se traga el marrón.
Vamos, que Gabino de Lorenzo, que tanto parece mandar, con el pecho henchido en plenos y actos públicos, viene a ser el delegado político de esta empresa, Jovellanos XXI, cuyo lema parece ser “todo por la pasta”. El 25 de mayo elegimos un Alcalde, no un chico de los recados de esta empresa.
Sin embargo resulta que en nuestra ciudad sucede lo siguiente. Una empresa, creada al efecto, y que usurpa el nombre de un ilustrado asturiano, dice que tiene un proyecto del copón dise?ado por Calatrava, para un Palacio de Congresos y un Palacio de las Artes. Inmediatamente al Ayuntamiento se le desata la terrible necesidad de contar con ambas infraestructuras. La empresa dice que lo puede hacer ya. Acto seguido, el Ayuntamiento convoca un concurso para ambas obras, con unas características tan claras que sólo se presenta esa empresa, que, claro está, se sale con la suya.
Empiezan las obras. La empresa arrasa unos jardines cedidos por una comunidad de vecinos a condición de su preservación como zona verde. El Ayuntamiento calla. La empresa se carga decenas de árboles en el entorno de las obras y amenaza ejemplares centenarios. El Ayuntamiento consiente. Las obras distorsionan severamente a la comunidad escolar de un colegio cercano. El Ayuntamiento sigue la estrategia del avestruz. Aparecen grietas en inmuebles cercanos a las obras y un barrio entero sufre temblores por la obra. El Ayuntamiento dice que no pasa nada. Un responsable de la empresa habla en lugar de las instituciones, dice y hace en nombre del Ayuntamiento, sin legitimidad para ello. El Ayuntamiento se traga el marrón.
Vamos, que Gabino de Lorenzo, que tanto parece mandar, con el pecho henchido en plenos y actos públicos, viene a ser el delegado político de esta empresa, Jovellanos XXI, cuyo lema parece ser “todo por la pasta”. El 25 de mayo elegimos un Alcalde, no un chico de los recados de esta empresa.
Versión en castellano. Publicado en Les Noticies el 21 de noviembre de 2003.
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