POLÍTICA MUNICIPAL DE COOPERACIÓN: VAMOS A MENOS
En este mandato iniciado en junio del a?o pasado la conformación del Equipo de Gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento de Oviedo incluyó la creación de una Concejalía específica de Cooperación. En principio es una buena idea, que los socialistas veníamos demandando desde hacía ya tiempo, por aquello de visibilizar la relevancia de las políticas municipales de cooperación internacional al desarrollo.
Sin embargo pasados ya unos meses las cosas no han mejorado sustancialmente. Para empezar, en 2004 la aportación económica que realiza nuestro Ayuntamiento para cooperación al desarrollo se limita al 0,47% del total del presupuesto municipal, porcentaje menor que el destinado a esta materia en 2003. De esta forma, en lugar de acercarnos a la cifra de referencia, el 0,7% largamente reivindicado, nos alejamos de este loable objetivo.
Otro aspecto merece ser igualmente subrayado. Importa tanto lo que destina nuestro Ayuntamiento al desarrollo de países económicamente poco avanzados como los criterios empleados en las ayudas, ya que el esfuerzo de todos debe tener el mayor impacto posible en la mejora de las expectativas de las comunidades beneficiarias. Para ello hay que decidir atinadamente las zonas de destino de nuestras políticas, cuál es el sector (educación, salud, tejido productivo, etc.) que merece mayor atención, cómo combinamos la cooperación directa (la que dirige el propio Ayuntamiento) con la indirecta (la realizada subvencionando proyectos de ONGDs), cuál es el papel que pueden jugar los hermanamientos del municipio con ciudades que atraviesan serias dificultades sociales, cómo podemos sumar esfuerzos con otras administraciones para conseguir mejores resultados, etc. Esta tiene que ser la función del Consejo Municipal de Cooperación, en el que participa una representación de las ONGDs con sede en Oviedo. El problema es que para el Equipo de Gobierno la participación social en la toma de decisiones molesta más que ayuda, de manera que el Consejo queda habitualmente relegado a un papel secundario.
Por estos motivos, los socialitas hemos planteado en la reciente reunión del citado Consejo que, mano a mano con la Concejalía, se dise?e un Plan Plurianual y Estratégico de Cooperación Internacional al Desarrollo para todo este mandato, definiendo las líneas maestras de la acción municipal en la materia y estableciendo un compromiso claro y progresivo para alcanzar a corto plazo la aportación del 0,7% del presupuesto para proyectos de cooperación. Se trata de conseguir que el Ayuntamiento esté a la misma altura que los ciudadanos de Oviedo han demostrado en reiteradas ocasiones, manifestando en la práctica su solidaridad con el progreso global y la justicia en un mundo, que, por desgracia, es cada día más terriblemente desigual.
Publicado en La Nueva Espa?a, febrero 2004
Sin embargo pasados ya unos meses las cosas no han mejorado sustancialmente. Para empezar, en 2004 la aportación económica que realiza nuestro Ayuntamiento para cooperación al desarrollo se limita al 0,47% del total del presupuesto municipal, porcentaje menor que el destinado a esta materia en 2003. De esta forma, en lugar de acercarnos a la cifra de referencia, el 0,7% largamente reivindicado, nos alejamos de este loable objetivo.
Otro aspecto merece ser igualmente subrayado. Importa tanto lo que destina nuestro Ayuntamiento al desarrollo de países económicamente poco avanzados como los criterios empleados en las ayudas, ya que el esfuerzo de todos debe tener el mayor impacto posible en la mejora de las expectativas de las comunidades beneficiarias. Para ello hay que decidir atinadamente las zonas de destino de nuestras políticas, cuál es el sector (educación, salud, tejido productivo, etc.) que merece mayor atención, cómo combinamos la cooperación directa (la que dirige el propio Ayuntamiento) con la indirecta (la realizada subvencionando proyectos de ONGDs), cuál es el papel que pueden jugar los hermanamientos del municipio con ciudades que atraviesan serias dificultades sociales, cómo podemos sumar esfuerzos con otras administraciones para conseguir mejores resultados, etc. Esta tiene que ser la función del Consejo Municipal de Cooperación, en el que participa una representación de las ONGDs con sede en Oviedo. El problema es que para el Equipo de Gobierno la participación social en la toma de decisiones molesta más que ayuda, de manera que el Consejo queda habitualmente relegado a un papel secundario.
Por estos motivos, los socialitas hemos planteado en la reciente reunión del citado Consejo que, mano a mano con la Concejalía, se dise?e un Plan Plurianual y Estratégico de Cooperación Internacional al Desarrollo para todo este mandato, definiendo las líneas maestras de la acción municipal en la materia y estableciendo un compromiso claro y progresivo para alcanzar a corto plazo la aportación del 0,7% del presupuesto para proyectos de cooperación. Se trata de conseguir que el Ayuntamiento esté a la misma altura que los ciudadanos de Oviedo han demostrado en reiteradas ocasiones, manifestando en la práctica su solidaridad con el progreso global y la justicia en un mundo, que, por desgracia, es cada día más terriblemente desigual.
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