JÓVENES E INCLUSIÓN SOCIAL
Hace unos días el Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Oviedo y las Juventudes Socialistas de Oviedo celebramos las IV Jornadas “Por un Municipio Solidario”, que anualmente pretenden constituir un espacio para el debate, la reflexión y el dise?o de políticas que desde el ámbito local contribuyan a la construcción de una sociedad igualitaria y justa.
En esta edición quisimos abordar las dificultades para la inclusión social de los jóvenes. La exclusión y precariedad social tiene en muchas ocasiones, rostro de joven, tal y como nos indican algunos datos. La población considerada pobre (que no alcanzan el 35% de la renta media) en Espa?a tiene 32 a?os de media, y la pobreza extrema (no superan el 15% de la renta media) se ceba particularmente en los menores de 25 a?os, 47,8% del total de personas en esta situación. Oviedo no se escapa a esta realidad, ya que se estima que al menos 28.000 personas viven en situación de precariedad (entre el 35% y el 50% de la renta media) o pobreza, en sus diferentes grados. Más de 800 personas padecen una situación de pobreza extrema. Muchas de las personas que se encuentran en esta situación de dificultad, al igual que en el ámbito estatal, son jóvenes.
Las trabas para la integración social presentan diversos aspectos: los problemas educativos (el 52,1% de los menores que han abandonado los estudios padecen pobreza grave o extrema), las dificultades del entorno familiar y social, y en general, un sistema productivo que, en su cara oculta, deja fuera de juego o en situación delicada a muchos jóvenes, principales sufridores del desempleo o la precariedad laboral que limita las expectativas de futuro. No hay que olvidar, en ese sentido, que Oviedo tiene más de 3.200 desempleados menores de 30 a?os.
Los serios impedimientos para la emancipación de los jóvenes dificultan además su inclusión social. Muchos jóvenes no puede desarrollar su proyecto autónomo de vida y esto les impide ser plenamente partícipes de la colectividad. Las dificultades para acceder a una vivienda habitable y asequible son sobresalientes. La edad media de emancipación ya es superior a los 30 a?os, aunque a partir de los 25 a?os sólo el 10% está conforme con residir en el hogar familiar. Los precios de la vivienda han subido cinco veces más que los de los salarios desde 1998 y en Oviedo –séptima capital de provincia con la vivienda más cara- a los jóvenes se les hace cuesta arriba acceder a un piso, a pesar de que al menos 15.000 están vacíos.Este escenario sitúa a los jóvenes en muchos casos como ciudadanos de segunda, que no pueden ejercer sus derechos sociales más básicos, y que en no pocas ocasiones se sitúan en riesgo de exclusión social. Por ello es preciso que todas las administraciones apuesten por políticas sociales de alcance, que den la oportunidad a los jóvenes de ser sujetos activos de su propio destino. La cohesión social exige, además, la superación de la situación actual, en la que el gasto social en Espa?a se sitúa 6 puntos del PIB por debajo de la media europea, siendo el nuestro el penúltimo país de la UE en protección social. Es necesario igualmente, que los ayuntamientos, que conocen de cerca la realidad del municipio, ocupen un lugar central en las políticas de inclusión social, priorizando el reconocimiento y la garantía de los derechos sociales de los ciudadanos como objetivo de su gestión.
Publicado en el diario La Nueva Espa?a, abril 2004
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