OTROS PÚBLICOS
A propósito del Festival de Jazz
Por fin pudimos disfrutar de un solplo de aire fresco en el ámbito cultural ovetense, con el recientemente celebrado Festival de Jazz, que además tuvo una afluencia de público muy notable en la gran mayoría de sus actividades. Mucho hemos insistido desde el Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Oviedo sobre la necesidad de introducir innovaciones y nuevos géneros en la oferta musical local, exangüe en muchos ámbitos –aquellos que requieren asumir ciertos riesgos en la programación- y sobredimensionada muchas veces en zarzuelas y tonadilleras.
El secreto está en ofrecer programaciones variadas, equilibradas, para los diferentes públicos –que haberlos, haylos-, y que también sean capaces de introducir novedades, orientaciones diferentes, situando a nuestra ciudad en el panorama musical espa?ol. En este apartado de las innovaciones viene a cuento advertir que mientras Oviedo sesteaba, Gijón puso en marcha el Euro ye-yé o el Crossroad Festival, Vitoria triunfa con el Azkena Rock, Cartagena despunta con “La Mar de Músicas” y alcanzan fuerte repercusión festivales como el de Benicassim, el Festimad (Madrid), Sónar (Barcelona), etc. Incluso Pravia ha cogido el tren del Derrame Rock, con excelentes resultadfos y un prometedor futuro en su nuevo emplazamiento.
Aún así, es justo reconocer que después de estos 13 a?os de repeticiones y bostezos mayoritarios, recuperar el Festival de Jazz es una buena noticia. Pero no sobra hacer memoria sobre este Festival. Entre 1983 y 1991 tuvo sus ocho ediciones, y a esta de 2004 Alfonso Román no la ha querido se?alar como la IX: son incapaces de reconocer que antes de Gabino de Lorenzo hubo vida y la habrá después. En aquella época el Festival estaba entre los de primera fila estatal. Una cifra puede ser elocuente: en 2004 el resucitado Festival tiene un presupuesto de unos 128.000 euros (unos 21,3 millones de pesetas); aproximadamente la cuantía que llegó a alcanzar en 1991, trece a?os antes. ?Qué hubiera pasado si Gabino de Lorenzo no hubiera caído en el adanismo político –la actitud de los que ignoran todo aquello proveniente de quien le precedió en la misma responsabilidad-? Pues, con toda seguridad, el Festival de Jazz de Oviedo tendría un nivel cuanto menos similar a los de San Sebastián y Vitoria, que acaparan portadas, horas de televisión y un reconocimiento internacional indudable. O sea que hemos perdido trece a?os en esta materia. Está bien la rectificación que ahora protagoniza la Concejalía de Cultura, pero conviene refrescar la memoria un poco en estas cuestiones.
Publicado en Oviedo Diario, julio 2004
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