MÁS ASTURIAS
El pasado mes de septiembre, el Consejo Regional de las Juventudes Socialistas de Asturias (JSA) aprobó el documento “Más Asturias – Propuesta para el Desarrollo Autonómico”, cuyo contenido fue además refrendado por la I Conferencia Política que nuestra organización celebró en Oviedo el 2 y 3 de noviembre. Además, la puesta en marcha, entre el 22 de octubre y el 5 de noviembre, del I Seminario sobre Desarrollo Autonómico ofreció un espacio para el debate de fondo sobre los contenidos y significación del citado documento. Hablamos, por lo tanto, de la generación de un discurso riguroso y sereno, pero también ambicioso, sobre el papel de Asturias como Comunidad Autónoma y su realidad política, social, identitaria, cultural, etc.
JSA hace una apuesta fuerte con este documento. Se trata de una reflexión y análisis sobre la trayectoria de Asturias como Comunidad Autónoma, sobrepasados ya los 20 a?os de la entrada en vigor del Estatuto. Además, JSA apunta una serie de planteamientos para fortalecer y profundizar en el desarrollo autonómico de Asturias, entendido, como se?ala Bernardo Fernández, simultáneamente como proceso de ampliación de competencias y perfeccionamiento institucional.
Esta apuesta de JSA se basa en advertir que el crecimiento político-institucional de nuestra región ha contribuido a generar una nueva identidad de Asturias como comunidad con rasgos políticos y sociales propios, consciente de su autogobierno –especialmente a medida que se van alcanzando las metas marcadas por la reforma estatutaria de 1999- y que progresivamente se ve dotada de la necesaria autoestima hacia la propia realidad local. Asturias, es entendida esencialmente por JSA como comunidad diferenciada que aspira a más, pero que también es abierta, plural, comprometida con el resto de comunidades, preparada para los retos de una globalización ante la que es tan inútil encerrarse en la singularidad extrema de lo propio como desprenderse absolutamente de ella. El planteamiento de JSA se formula lejos, por tanto, de nociones míticas o irreales cercanas al nacionalismo, considerando además que la realidad, evolución y perspectivas de Asturias, no se pueden entender sin la realidad de Espa?a, como Estado que avanza imparable y necesariamente hacia una concepción federal –al menos en la práctica- y por lo tanto plural.
Hoy Asturias es una Comunidad Autónoma con capacidad de gestión y decisión sobre aspectos fundamentales en la vida cotidiana de los/as ciudadanos/as, y ello comporta también un cambio de mentalidad. JSA, en su documento, hace una valoración positiva de este fenómeno de “optimismo autonómico”, apreciando el incremento de las cotas de autogobierno, entendiendo, como se?ala Pedro de Silva, que este se justifica, desde un punto de vista progresista, por la superioridad de la prestación descentralizada de los servicios y por la superioridad del poder repartido.
Pero JSA va más allá en su documento. Asturias ha superado ciertos complejos y tiene capacidad para plantear un crecimiento competencial e institucional. JSA plantea que el tren del desarrollo autonómico debe continuar su progresión, con varios elementos que definan esa evolución. Por un lado, es necesario asentar las nuevas competencias recibidas y demostrar a los/as asturianos/as la eficacia –con criterios de justicia social- que puede tener la gestión autonómica. Por otro lado, es preciso situar en la agenda a corto y medio plazo el reconocimiento de determinadas realidades de la cultura asturiana, empezando por la cooficialidad de la lengua asturiana y sus variantes; así como el desarrollo y recepción de nuevas competencias: ente de comunicación asturiano, ferrocarriles de cercanías, derecho consuetudinario, recursos hidrográficos, gestión de las instituciones penitenciarias, gestión de instalaciones y funcionariado del sistema de justicia, adscripción de unidades del Cuerpo Nacional de Policía como antecedente de una posible policía autonómica, etc. Y ello, sin olvidar el necesario impulso del entramado institucional asturiano: impulso a la Junta General del Principado –que ha de pasar además por la libre capacidad para su disolución y la celebración de las elecciones sin el corsé impuesto en el artículo 25 del Estatuto-, puesta en marcha del Consejo Consultivo y la Sindicatura de Cuentas, creación del Defensor del Pueblo asturiano, etc.
Este necesario proceso, que implica una posible reforma estatutaria a medio plazo, debe realizarse además a través de un intenso diálogo y consenso social y político,; de esta forma, todos los actores de este impulso autonómico han de responder así a esta nueva percepción que el/la ciudadano/a de Asturias comienza a tener sobre su propia realidad, no sólo sintiéndose asturiano/a, sino además sabiéndose asturiano/a.
JSA hace una apuesta fuerte con este documento. Se trata de una reflexión y análisis sobre la trayectoria de Asturias como Comunidad Autónoma, sobrepasados ya los 20 a?os de la entrada en vigor del Estatuto. Además, JSA apunta una serie de planteamientos para fortalecer y profundizar en el desarrollo autonómico de Asturias, entendido, como se?ala Bernardo Fernández, simultáneamente como proceso de ampliación de competencias y perfeccionamiento institucional.
Esta apuesta de JSA se basa en advertir que el crecimiento político-institucional de nuestra región ha contribuido a generar una nueva identidad de Asturias como comunidad con rasgos políticos y sociales propios, consciente de su autogobierno –especialmente a medida que se van alcanzando las metas marcadas por la reforma estatutaria de 1999- y que progresivamente se ve dotada de la necesaria autoestima hacia la propia realidad local. Asturias, es entendida esencialmente por JSA como comunidad diferenciada que aspira a más, pero que también es abierta, plural, comprometida con el resto de comunidades, preparada para los retos de una globalización ante la que es tan inútil encerrarse en la singularidad extrema de lo propio como desprenderse absolutamente de ella. El planteamiento de JSA se formula lejos, por tanto, de nociones míticas o irreales cercanas al nacionalismo, considerando además que la realidad, evolución y perspectivas de Asturias, no se pueden entender sin la realidad de Espa?a, como Estado que avanza imparable y necesariamente hacia una concepción federal –al menos en la práctica- y por lo tanto plural.
Hoy Asturias es una Comunidad Autónoma con capacidad de gestión y decisión sobre aspectos fundamentales en la vida cotidiana de los/as ciudadanos/as, y ello comporta también un cambio de mentalidad. JSA, en su documento, hace una valoración positiva de este fenómeno de “optimismo autonómico”, apreciando el incremento de las cotas de autogobierno, entendiendo, como se?ala Pedro de Silva, que este se justifica, desde un punto de vista progresista, por la superioridad de la prestación descentralizada de los servicios y por la superioridad del poder repartido.
Pero JSA va más allá en su documento. Asturias ha superado ciertos complejos y tiene capacidad para plantear un crecimiento competencial e institucional. JSA plantea que el tren del desarrollo autonómico debe continuar su progresión, con varios elementos que definan esa evolución. Por un lado, es necesario asentar las nuevas competencias recibidas y demostrar a los/as asturianos/as la eficacia –con criterios de justicia social- que puede tener la gestión autonómica. Por otro lado, es preciso situar en la agenda a corto y medio plazo el reconocimiento de determinadas realidades de la cultura asturiana, empezando por la cooficialidad de la lengua asturiana y sus variantes; así como el desarrollo y recepción de nuevas competencias: ente de comunicación asturiano, ferrocarriles de cercanías, derecho consuetudinario, recursos hidrográficos, gestión de las instituciones penitenciarias, gestión de instalaciones y funcionariado del sistema de justicia, adscripción de unidades del Cuerpo Nacional de Policía como antecedente de una posible policía autonómica, etc. Y ello, sin olvidar el necesario impulso del entramado institucional asturiano: impulso a la Junta General del Principado –que ha de pasar además por la libre capacidad para su disolución y la celebración de las elecciones sin el corsé impuesto en el artículo 25 del Estatuto-, puesta en marcha del Consejo Consultivo y la Sindicatura de Cuentas, creación del Defensor del Pueblo asturiano, etc.
Este necesario proceso, que implica una posible reforma estatutaria a medio plazo, debe realizarse además a través de un intenso diálogo y consenso social y político,; de esta forma, todos los actores de este impulso autonómico han de responder así a esta nueva percepción que el/la ciudadano/a de Asturias comienza a tener sobre su propia realidad, no sólo sintiéndose asturiano/a, sino además sabiéndose asturiano/a.
Publicado en el boletín de Juventudes Socialistas de Llanes, diciembre de 2002.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home