CASCOS Y LOS PRECEDENTES
Le gusta mucho a Cascos anunciar que esto o aquello "no tiene precedente", como máxima que califica un comportamiento como intrínsecamente disparatado y negativo por el hecho de introducir algún elemento innovador. Mal filosofía esta.
Lo que esconde Cascos detrás de esta muletilla es una mezcla de prepotencia, vocación de virreinato y burla a cualquier instancia de decisión que no esté sometida a su voluntad o no le preste vasallaje o pleitesía.
Viene esto a cuento de la actitud del ministro respecto a la política de su departamento en Asturias. El propagandista se pasa por el arco del triunfo las competencias de ordenación del territorio que corresponden a la Comunidad Autónoma, horadando montes, estatutos y respetos institucionales. Tenemos recientes ejemplos en el trazado occidental de la Autovía del Cantábrico o las propuestas para la Autovía del Sella. Desoyendo a vecinos, ayuntamientos y gobierno autonómico, utilizando el ordeno y mando impone trazados lesivos para los intereses económicos de las zonas afectadas, dificultando la vertebración futura del territorio y causando un previsible impacto paisajístico y medioambiental más que considerable. La rasa costera del occidente, y su riqueza ganadera, así como el lecho y entorno del Sella, que es una patrimonio natural valiosísimo, tienen en Cascos a su particular elefante en la cacharrería, o a su mono de Gibraltar que ni ve ni oye, aunque tiene siempre a mano la escopeta de caza y el bulldozer.
Considero un error político centrar el grueso del armamento dialéctico en lo que este hombre hace o deja de hacer, como quizá ha hecho Tini Areces en los últimos tiempos, pero a veces no queda más remedio que comentar alguna de sus peripecias. Esas sí que no tienen precedentes en lo que respecta a arrogancia y falta de respeto institucional a todos los asturianos.
Lo que esconde Cascos detrás de esta muletilla es una mezcla de prepotencia, vocación de virreinato y burla a cualquier instancia de decisión que no esté sometida a su voluntad o no le preste vasallaje o pleitesía.
Viene esto a cuento de la actitud del ministro respecto a la política de su departamento en Asturias. El propagandista se pasa por el arco del triunfo las competencias de ordenación del territorio que corresponden a la Comunidad Autónoma, horadando montes, estatutos y respetos institucionales. Tenemos recientes ejemplos en el trazado occidental de la Autovía del Cantábrico o las propuestas para la Autovía del Sella. Desoyendo a vecinos, ayuntamientos y gobierno autonómico, utilizando el ordeno y mando impone trazados lesivos para los intereses económicos de las zonas afectadas, dificultando la vertebración futura del territorio y causando un previsible impacto paisajístico y medioambiental más que considerable. La rasa costera del occidente, y su riqueza ganadera, así como el lecho y entorno del Sella, que es una patrimonio natural valiosísimo, tienen en Cascos a su particular elefante en la cacharrería, o a su mono de Gibraltar que ni ve ni oye, aunque tiene siempre a mano la escopeta de caza y el bulldozer.
Considero un error político centrar el grueso del armamento dialéctico en lo que este hombre hace o deja de hacer, como quizá ha hecho Tini Areces en los últimos tiempos, pero a veces no queda más remedio que comentar alguna de sus peripecias. Esas sí que no tienen precedentes en lo que respecta a arrogancia y falta de respeto institucional a todos los asturianos.
Versión en castellano. Publicado en Les Noticies el 25 de julio de 2003
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