Blog de artículos publicados en medios de comunicación.

1.5.12

DEMASIADO MANSOS


Solemos admirar a los países escandinavos por su elevado grado de civilización, las políticas inclusivas de sus Estados y su apego a la diplomacia y la solución pacífica de los conflictos. Habitualmente nos asombra la serenidad con la que, al menos en apariencia, son capaces de digerir las convulsiones, los puntuales estallidos de violencia o algunos crímenes que conmocionan a la ciudadanía. Por muy avanzada que, en la opinión mayoritaria, se considere a estas sociedades, la práctica inevitabilidad de episodios violentos ha dejado muestras intensamente dramáticas en los últimos años, desde las matanzas de Kauhajoki (2008) y Tuusula (2007) en Finlandia, ambas perpetradas por un estudiante frente a sus compañeros, hasta el historial de magnicidios en Suecia, con el asesinato de la Ministra de Asuntos Exteriores Anna Lindh (2003) o del emblemático líder socialdemócrata Olof Palme (1986). En todos los casos no parece que los principios y valores fundamentales que inspiran la organización social y el sistema político de estos países se hayan deteriorado gravemente, a pesar del dolor padecido y aunque, como en tantas otras cosas, la procesión vaya por dentro.
El episodio más terrible sin duda es el atentado contra edificios gubernamentales de Oslo seguido del ominoso crimen de Utoya, en el que, el 22 de julio de 2011, Anders Breivik acabó cruelmente con la vida de 69 jóvenes de las juventudes delPartido Laborista, y que ahora se juzga en el Tribunal de Justicia de la capital noruega. Las imágenes del asesino confeso con actitud desafiante hacia los magistrados, fiscalía y público, con saludo ultraderechista de regalo (sin que esto acarrease su expulsión de la sala, sorprendentemente), su ausencia total de arrepentimiento y compasión hacia las víctimas y su arrogante proclama sobre la significación de la atrocidad cometida, a priori harían humanamente comprensible una reacción popular que fuese más allá del simbólico rechazo. Sin embargo la respuesta dada, incluido el canto colectivo de Niños del Arco Iris, es elocuente por sosegada, pacífica y por dar muestras de confianza en las instituciones y el proceso judicial, pese a que se debata vivamente sobre cuál deba ser la severidad de la pena a imponer.
Aunque la sociedad noruega parezca sabiamente dispuesta a no dejarse arrastrar por las pasiones, lo que no convendría dejar pasar, ni allí ni en el resto de Europa, es la advertencia sobre el discurso del odio que alimentó el ideario de Breivik y el tipo de violencia que él llevó a cota inédita en tiempos recientes. Que Breivik posiblemente no fuese completo dueño de sus actos y pueda padecer un trastorno psiquiátrico que lo haga inimputable, lo que es materia principal dediscusión en el procedimiento judicial en curso, no impide señalar que su crimen tiene una motivación estrictamente política, fundamentada en la aversión al diferente y en aberrantes construcciones teóricas sostenidas en el populismo neofascista. Aunque Breivik no se encuentre en sus cabales, sus soflamas no surgen de la nada ni son de autoría propia, ya que han germinado en un sustrato de islamofobia, xenofobia y desprecio a los valores democráticos, caudal de una corriente oscura de la que pocos países europeos se libran, que deteriora profundamente la convivencia y pone en jaque a las sociedades democráticas. No en todos los casos el resultado son expresiones de violencia tan extrema y sanguinaria, pero la propagación del prejuicio al extranjero, el refugio en supuestas esencias religiosas y culturales, el mensaje antiinmigratorio, la vuelta al darwinismo social y el culto a los liderazgos autoritarios son el caldo de cultivo en el que se ha criado el monstruo.
Quizá Breivik sea simplemente un loco, despiadado y fuera de control, cuya huella amarga y aborrecible será ya imborrable en Noruega y Europa, y cuyo ideario no deja de ser el desatino grotesco e inconsistente de un fanático. Pero la doctrina del odio que lo alentó tiene fuentes, réplicas y expresiones suficientemente establecidas y amenazantes como para tomárselas en serio antes de que adquieran cuerpo o conduzcan a que otro iluminado quiera llevarlas a la práctica por su cuenta.

Publicado en Oviedo Diario, 28 de abril de 2012.

Etiquetas: , , , , , , ,