EL ANTICICLÓN DE LAS AZORES
Según el criterio de Aznar, estábamos en un rincón de la historia. No sé desde que punto de vista ha sido capaz de realizar este agudo análisis. El problema es que la forma que esta nueva luz de Occidente ha escogido para ponernos donde nos corresponde es la defensa de la ilegalidad internacional, la agresión y colonización (sin complejos, como le gusta decir) a un país ya puesto de rodillas.
Aznar se ha puesto manos a la obra demostrando que le importa poco o nada el quebrantamiento de las alianzas y el entendimiento en la Unión Europea y con el mundo árabe. Pero él es así, grandón, poseedor de un especial don que le hace destacar sobre la mayoría de desinformados y progres trasnochados que se manifiestan. En su fuero interno, pensará que se cumple la sentencia que a John Kennedy Toole inspiró toda una obra maestra: “Cuando surge un genio, los necios se conjuran contra él”.
Todo esto no pasaría de anécdota o de ejemplo de la acreditada mediocridad de Aznar y su comitiva de 183 misiles inteligentes, como dice Vázquez Montalván, si no fuera porque la vida de miles de personas está en juego. Para defender la paz y la seguridad, estos adalides de la libertad utilizarán uranio empobrecido, bombas cortamargaritas, artefactos de 10 toneladas, etc. Hablamos de vidas humanas, proyectos de futuro y esperanzas que serán barridas del suelo iraquí.
Por eso esto es dramático, y la mayoría estamos entre la estupefacción y la rabia. Por eso deseamos el pasado fin de semana que el anticiclón de las Azores, ese que nos ha acompa?ado siempre después del telediario, se convirtiera en... rabo de nube.
Por todo ello Aznar tiene mi más profundo y sincero desprecio. Es poca cosa, pero es el mío.
Aznar se ha puesto manos a la obra demostrando que le importa poco o nada el quebrantamiento de las alianzas y el entendimiento en la Unión Europea y con el mundo árabe. Pero él es así, grandón, poseedor de un especial don que le hace destacar sobre la mayoría de desinformados y progres trasnochados que se manifiestan. En su fuero interno, pensará que se cumple la sentencia que a John Kennedy Toole inspiró toda una obra maestra: “Cuando surge un genio, los necios se conjuran contra él”.
Todo esto no pasaría de anécdota o de ejemplo de la acreditada mediocridad de Aznar y su comitiva de 183 misiles inteligentes, como dice Vázquez Montalván, si no fuera porque la vida de miles de personas está en juego. Para defender la paz y la seguridad, estos adalides de la libertad utilizarán uranio empobrecido, bombas cortamargaritas, artefactos de 10 toneladas, etc. Hablamos de vidas humanas, proyectos de futuro y esperanzas que serán barridas del suelo iraquí.
Por eso esto es dramático, y la mayoría estamos entre la estupefacción y la rabia. Por eso deseamos el pasado fin de semana que el anticiclón de las Azores, ese que nos ha acompa?ado siempre después del telediario, se convirtiera en... rabo de nube.
Por todo ello Aznar tiene mi más profundo y sincero desprecio. Es poca cosa, pero es el mío.
Versión en castellano. Publicado en Les Noticies el 21 de marzo de 2003.
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