TRES ABOGADOS SAHARAUIS
Sólo atendiendo a su capacidad
de resistencia y su disposición para superar las dificultades se puede
comprender en su amplitud la historia de Mohamed Lahbib Erguibi, Mohamed FadelLeili y Mohamed Boukhaled, con los que pude departir largamente en Casablanca
hace unos días. Son tres abogados que se han destacado por defender ante los
tribunales marroquíes a los activistas y defensores saharauis de los Derechos
Humanos y que batallan diariamente con los medios que el Derecho les provee, en
un contexto particularmente difícil y en un sistema donde predomina la
arbitrariedad cuando de causas que afectan a saharauis se trata. Téngase en
cuenta que la base de la extensión de la jurisdicción marroquí sobre el
territorio saharaui es una situación de hecho (el control del territorio por la
potencia ocupante, a despecho de la legalidad internacional) e impuesta por la
fuerza desde el abandono de la potencia administradora –España- sin haber
culminado el proceso de descolonización. Es decir, cualquier atisbo de justicia
para los saharauis que se ven inmersos en un procedimiento penal a resultas de
sus actividades políticas o sociales es, sobre todo, fruto de la presión
internacional y de las redes de solidaridad, porque como vienen demostrando las
misiones de observación de la Asociación Internacional de Juristas por el Sahara Occidental (IAJUWS), el respeto a las garantías procesales elementales
brilla por su ausencia. Como es fácil imaginar, ser abogado defensor de los
encausados saharauis no es, en estas circunstancias, nada fácil.
Pero no sólo su entrega en el
ejercicio de la defensa les caracteriza; ésta no puede entenderse sin analizar
el amargo origen de su compromiso. Los tres fueron durante años -16, nada
menos- prisioneros en las cárceles marroquíes, a resultas de la ocupación del Sahara
Occidental, una buena parte de este periodo en un centro de detención
clandestino en Kalaat M´gouna, sin que sus allegados tuviesen conocimiento de
su situación y sin que el Estado reconociese su situación de privación de
libertad, características definitorias de la situación de desaparición
forzada. Producida su liberación, en el
contexto de esperanza tras los acuerdos de paz de 1990-1991, emplearon su
tiempo y esfuerzo en adquirir la formación necesaria para acceder a la
titulación y a la profesión de abogado. Ante el mantenimiento de la ocupación,
el recrudecimiento de la represión y el surgimiento de nuevos movimientos
sociales entre la población saharaui para hacer valer sus derechos, han hecho
de su profesión un instrumento para proveer de defensa a todos aquellos a los
que el Estado ocupante pretende infligir la represión institucionalizada que
sigue a la violencia de las fuerzas de seguridad.
Cuesta a veces imaginar cómo
estos tres abogados han conseguido sobreponerse hasta el punto de situarse en
la vanguardia de la defensa jurídica de los saharauis. Muestra de que, de todas
las conquistas del ser humano, la de la propia voluntad es la más hermosa de
todas, porque es la que abre las puertas a las realizaciones más valiosas.
Publicado en Asturias24, 7 de enero de 2014.
Etiquetas: abogados, derecho de defensa, derechos humanos, justicia, Sahara Occidental
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